domingo, 9 de agosto de 2009

Escena 1

Y allí estabas esa mañana con las manos sobre tu rostro, ni siquiera el cansancio de la noche opacaba la codicia de esa cara de placer
-COMO LOS DIOSES PAPI –
-CULEAME COMO LOS DIOSES –
Te gustaban mis tetillas, pequeños interruptores que llenaban la gran cabeza de mi huevo circunciso – no te rías, esa cabeza en mas de una ocasión daba problemas para entrar – Te gustaba que se hinchara para sentirme tuyo – CABEZON –
Solo recuerdo tres posturas: la de arriba, la de lado y esa que tanto te gustó; le llamabas pollo asado, aun no comprendo lo del pollo y sin embargo te cabalgaba en ese viejo cuarto con olor a humedad –, con la agonía de que en medio de la faena no se me diera por mis acostumbradas intermitencias y yo esforzándome por venirme antes de llenarte el culo de aire:
-NO FUE UN PEO, ES SOLO QUE SI TE DEMORAS SE ME LLENA EL CULO DE AIRE- decías.
Y una y otra vez te cabalgaba, como si mi verga encontrara la simetría perfecta en los pliegues de tu ano. SUAVE PAPI, acostumbrabas a darle el toque doloroso al comienzo de la penetración; eso si, después venia lo mejor.
-¡QUE RICO PAPI¡
¡METELO HASTA ATRÁS! ¡UHNM!
- Aun no comprendo lo del pollo pero te gustaba ver mi rostro encenderse mientras que mi pene erecto te llenaba el culo con el calor de mi leche.
-¡DALE DURO PAPI! – y ese ME VOY A VENIR que me salía del pecho eran las notas que desencadenaban tu éxtasis. – ¡ME VINE PAPI! ¡ME VINE! –
Y esa mañana estabas ahí - aun adolorido -, pero con ganas de recrear una vez mas, la metáfora del pollo que nunca comprendí.


Anónimo

0 comentarios:

Publicar un comentario